miércoles, 27 de octubre de 2010

Peñalara

En esta ocasión una clasica para la gente de Madrid, Peñalara, con la variante de buscar la cumbre desde La Granja de San Ildefonso. Peñalara es la montaña más alta de la Sierra de Guadarrama (sierra perteneciente al Sistema Central) y de las provincias de Madrid y Segovia (España), con una altitud de 2.428 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los picos más emblemáticos e importantes de este sistema montañoso y su cima constituye el punto más alto del Parque Natural de Peñalara. La prominencia de Peñalara es de 1.113 metros, cuyo punto mínimo es el puerto del Boquerón (1.315 m de altitud y a 11 km al sureste de Ávila). En la cumbre de esta montaña podemos encontrar, aparte del vértice geodésico, una pequeña capilla dedicada a la Virgen María y varios letreros de madera indicando varias rutas y sus tiempos de ejecución. El pico de Peñalara está en el centro del macizo montañoso de mismo nombre, el cual es de granito y alberga una serie de picos alineados de noreste a suroeste. Los bosques de pino silvestre que tapizan las laderas de esta montaña dejan paso, por encima de los 1.900 metros de altitud, a las praderas alpinas y matorrales de alta montaña. A esta cota, y en la ladera este, existe un circo y más de veinte pequeñas lagunas de origen glaciar donde viven más de diez especies de anfibios y otros animales de alta montaña. En Peñalara han aprendido los alpinistas más importantes de Madrid y es una montaña muy frecuentada por montañeros y turistas gracias a los fáciles accesos que tiene.


Tipo de marcha: Ida y vuelta
Distancia: 20 Km
Desnivel acumulado: 1300 m. de subida + 1300 m. de bajada.


Una salida de mes de mayo, con tiempo incierto, bastante nublado y con unas temperaturas todavia muy de invierno. Prevision de nieve para la cumbre de Peñalara. Iniciamos la ruta desde La Granja de San Ildefonso, a eso de las diez de la mañana, dejamos el coche pegado a la tapia del palacio, en el Paseo de los Molinillos, en la entrada a la urbanización caserio de Urgel. Desde la misma entrada parte un camino ancho en direccion sureste, en el inicio plano pero que rapidamente comienza a subir retorciendose para ir ganando altura con comodidad. En una de las revueltas hay que salir del camino principal por la derecha y pasar un vallado. Nosotros como vamos casca que te casca, dandole a la lengua, nos despistamos, nos lo pasamos de largo y continuamos camino adelante. El error nos iba a traer un buen retraso, pero nos dimos cuenta al ver que el camino nos alejaba de la cumbre, tomaba un rumbo en direccion contraria a la que deberiamos ir, iba en direccion a la Fuente del Infante. Asi que tuvimos que hacer un alto y recomponernos, ver donde estabamos y como remediar el error. Encontramos una bifurcación por la derecha que giraba casi 180º, y nos ponia en buen camino hacia Peñalara, así que decidimos tomar ese camino. Otro problema nos encontramos de nuevo, cuando el camino llegó a su fin. Ahora si estabamos en buena dirección pero sin camino, así que nos decidimos a continuar campo a través e ir ascendiendo 
poco a poco hacia el Arroyo de los Carneros y conseguir subir hasta el Puerto de los Neveros o Collado de Quebrantaherraduras. Una vez que llegamos al collado, la vista del Risco de los Claveles esta clara, y además nos encontramos con nieve!! Que bien, nieve en mayo. Desde el collado la ruta no tiene demasiado problema, en principio es seguir la cresta de los Claveles y ya está. Pero a nosotros que nos va la marcha, decidimos girar ligeramente hacia la derecha y coger la ladera norte en vez de subir cresta arriba. Llegamos poco mas o menos a la vertical de Peñalara y desde alli metimos la directa hacia la cumbre. Llegamos sobre las cuatro de la tarde. En la cima corria algo de aire, así que foto y a buscar un abrigo para poder comer algo y empezar el camino de regreso. Hacia bastante fresquete, asi que comimos rapidito y sobre las cuatro y media ya estabamos en marcha iniciando el camino de retorno. Esta vez si que decidimos hacer la cresta de Claveles y sin ningún contratiempo llegamos al collado. Desde alli descendimos por el Arroyo de los Carneros en dirección nuevamente a la Granja. La senda poco a poco va haciendose mas ancha y convirtiendose en un camino de tierra que baja atravesando el enorme pinar que hay detras del palacio. El camino a esas horas se nos hace pesado y largo despues de estar todo el día danzando, pero vamos que nos puede mas el aburrimiento que otra cosa. A las ocho llegamos al coche, despues de todo el día, con una idea fija en nuestra mente, CERVEZA!!! Una paradita en alguno de los bares de La Granja, para echar una cervecita y pensar en la próxima, que no siempre es fácil encontrar el hueco en las agendas para poder salir.





lunes, 18 de octubre de 2010

Aneto

Una nueva incursión en los Pirineos nos lleva a la una de sus cimas míticas. El Aneto es el pico más elevado de los Pirineos, forma parte del macizo de la Maladeta y, está situado en la zona del valle de Benasque.



Tipo de marcha: Ida y vuelta
Distancia: 20 Km
Desnivel acumulado: 1500 m. de subida + 1500 m. de bajada.



El Aneto se eleva hasta los 3.404 metros sobre el nivel del mar en el centro de los Pirineos, cordillera cuyos territorios recorren casi por completo la frontera entre Francia y España. La cima se encuentra al noreste de la provincia de Huesca y ocupa el extremo oriental de los Montes Malditos. La arista que lo une con la célebre Maladeta, más al oeste, sobrepasa los 3.000 metros de altura, y despunta en una hilera de picos denominada Coronas, que, junto a la cresta de los portillones, otorga al macizo su imagen tan característica. Se encuentra situado en el Parque Natural Posets-Maladeta, en el municipio de Benasque, provincia de Huesca, comunidad autónoma de Aragón, en España. En su cara norte, a partir de los 2.810 m aproximadamente, reside el mayor glaciar de los Pirineos, con unas 100 ha de superficie. Está, al igual que muchos en el mundo, en franca regresión como consecuencia del cambio climático. Se calcula que en los últimos 100 años ha perdido más de la mitad de su superficie, y que en 30 o 40 años puede llegar a desaparecer.

La fecha elegida para esta ocasión fue el puente de mayo. Además con la fortuna de que la semana previa había estado nevando en la zona. Así que las perspectivas eran inmejorables, con esa nevada solo nos quedaba la incertidumbre del paso sobre el glaciar. El madrugón fue grande, a las 4 de la mañana ya estábamos en pie, salíamos desde el camping Aneto y teníamos que acercarnos en coche por la carretera que remonta el Valle del Ésera y nos lleva hasta la Besurta, punto de inicio. Al final entre una cosa y otra perdemos bastante tiempo y nos ponemos en ruta a las cinco y media. Ya ven nuestras pupilas las primeras luces del día recortar las siluetas de las montañas que nos rodean. Las primeras nieves las encontramos mucho antes de llegar al refugio de la Renclusa. Así que hacemos paradita para ponernos los crampones y echar un trago de agua. El rosario de personas que sube es importante. Somos de los pocos que subimos sin esquíes. La mayoría sube son ellos puestos desde la Renclusa y muchos con las tablas de Snow a la espalda. Me temo que a la bajada nos vamos a morir de envidia viendo como bajan deslizando ladera abajo. A las seis y media ya estamos rebasando el refugio y continuamos ya con bastante luz, directos hacia el Portillón Superior con ganas de ver desde allí el final de nuestra marcha, el Aneto y el paso por el glaciar. Caminamos a paso decidido y con mucha energía subiendo a derecho por la nieve en dirección al Portillón, estamos bien acompañados de numerosos esquiadores que también suben, pero un poco más cómodos que nosotros.

A las nueve estamos ya disfrutando de las vistas hacia el Aneto, impresionantes la verdad. Y con claridad se ve la ruta que nos ha de llevar al Collado Coronas y desde allí a la cima del Aneto. La marcha por el glaciar es fácil, mucho más de lo que habíamos leído, hablaban de las grietas, pero nosotros nos vimos ni una, la nieve todavía a estas horas está bastante dura y no nos da ningún problema. Y así paso a paso vamos ganando altura llevando a nuestra derecha la gran cresta de la Madaleta, el pico Maldito y el Pico Coronas. Sobre las once de la mañana estamos en el Collado Coronas, descansito un poco de alimento y bebida para reponer fuerzas y las fabulosas vistas desde este punto, son todo montañas con sus cumbres nevadas, una alegría para la vista. Nos queda nada más que ascender la pirámide cimera, que remontamos por una pala de nieve más inclinada: casi 40º pero que se pueden atenuar a base de diagonal, que es lo que hace la huella. Tras pasar cerca, dejando a la derecha, la Punta Oliveras, salimos de la nieve y caminamos sobre el cascajo los últimos metros antes del paso de Mahoma. Ya solo nos queda este paso mítico sobre el que hemos leído tanto, pero el atasco a las doce de la mañana es de impresión. Así que decidimos tomarlo con calma, nos acercamos y fuimos viendo como los grupos iban bajando mientras que los que subían esperaban a que la cumbre se fuera despejando.



En una de estas decidimos que ya es nuestro momento de pasar y a la una de la tarde estábamos en la cumbre disfrutando del sol, las vistas y haciéndonos las fotos de siempre. El techo de los Pirineos es impresionante, las vistas en 360º son de montañas y más montañas, de nieve y más montañas hasta el horizonte, extraordinario. Ahora toca el regreso que será duro, no nos cabe duda. A estas horas la nieve empieza a estar pastosa, el sol hace su mella, en estas fechas calienta bastante y la nieve se derrite con rapidez. Nos ponemos en marcha en dirección a la Renclusa. Muchas sorpresas nos quedaban todavía. La primera la encontramos pronto, nada mas llegar de regreso al Collado Coronas, vemos a un tipo salir corriendo como un poseso montaña para abajo, lleva a la espalda una pequeña mochila de la que salen cientos de cordeles que lo unen a una enorme tela. Pero que va a hacer el pollo!! Pues ya lo que ya os estais imaginando, volar!!!!! Es emocionante ver como despega y es sustentado por el viento cuando el enorme parapente se infla de aire con las térmicas que ascienden montaña arriba. Y allá va. Deslizandose como un enorme pájaro por el aire facilitándose la bajada mucho más que los demás, seguro que en un rato esta abajo tomandose unas cervecitas.

A nosotros todavía nos queda bastante, así que no nos vamos a demorar más, tenemos que poner el turbo que la nieve esta de pena y el final está todavía lejano. Sin problema llegamos al Portillón Superior, desde aquí solo nos queda la bajada hacía la Renclusa. Pero llegados al Portillón, sin darnos cuenta nos hemos desviado demasiado a la derecha y lo que nos encontramos al frente son unos enormes cortados que nos impiden el paso, hacía la derecha el cortado se prolonga durante muchos metros, y decidimos que es mejor ascender un poco aunque ya estemos cansados para coger la senda buena de bajada, no nos apetece nada meternos en aventuras, las piernas ya no están tan frescas como por la mañana y no es plan. Una vez cogida la senda buena, enfilamos ya directos hacía el refugio. La sorpresa esta a la vuelta de la esquina, aunque esta vez no va a ser nada agradable. Vamos a ser testigos de nuestro primer accidente de montaña. Nunca en los años que llevamos saliendo hemos visto incidente ninguno y la situación nos pilla de sopetón. En una de las paradas que hacemos para tomar un respiro, vemos a una pareja de montañeros en lo alto del cortado que nosotros dejamos atrás. Nos preguntamos que van a hacer pues están demasiado cerca del borde, cuando de repente, se me ponen los pelos de punta al recordarlo, vemos como uno de los dos tropieza, resbala y cae en caída libre cortado abajo, rebotando un par de veces contra alguna de las rocas que se encuentra en el camino. Espeluznante, imposible de llegar a describir el grito aterrador que llega a nuestros oídos. No somos capaces de creer lo que acabamos de presenciar. El corazón se sale del pecho. La circunstancia es que en la parada, mi compañero David, ha quedado unos cincuenta metros por encima de donde yo he parado. Él es el que está más cerca. Intentamos llamar por teléfono. Demasiado cerca del cortado, el teléfono no consigue coger cobertura ni para el 112. Decidimos en cuestión de segundos, que él se acercara hasta el lugar y yo salgo pitando montaña abajo hacía el refugio para poder avisar.


El corazón, juro que se me sale del pecho, el susto es de impresión. Corriendo mas que andando me lanzo hacía el refugio como un loco. No sé en qué estado está el montañero caído, pero la altura desde la que cae, viene a mi mente una y otra vez. Algunos esquiadores me van adelantado y bajo un poco el ritmo, pienso que ellos también lo habrán visto u oído y efectivamente así es. Cuando ya tengo el refugio a unos pocos cientos de metros oigo el rugir del rotor del helicóptero de la Guardia Civil, ya llegan al rescate, afortunadamente no han pasado más de veinte o veinticinco minutos, espero que la cosa no sea mala del todo. Espero ya en el refugio ansioso las noticias que mi compañero me pueda traer del estado del accidentado. Al cabo de una hora más o menos llega, contándome que el chaval está vivo de milagro que tiene un fuerte golpe en las costillas, que piensa que alguna estará rota, pero que además tiene un golpe en la cabeza. Se lo llevan trasladado, pensamos que al hospital de Huesca. Con esta fatalidad en la mente terminamos nuestro descenso hacía la Besurta. Jamás nos habíamos encontrado en una situación así. Hemos quedado un poco sobrecogidos. Hemos aprendido una lección, el accidente esta a la vuelta de la esquina, la mayoría de las veces por una imprudencia, alientados fatalmente por las ansias y las ganas de terminar con el cansancio de una dura jornada. Pero es en estos momentos cuando hay que tener la cabeza fría y no tomar decisiones precipitadas que nos pueden conducir a errores fatales. La seguridad en gran medida depende de nosotros mismos. De no sobrevalorar nuestra capacidad, de saber renunciar si es necesario, de llevar el material y la preparación adecuada y por supuesto de saber de ante mano las condiciones de la ruta que nos proponemos, si estamos en condiciones de afrontarlas. Una gran lección para el futuro. Son las seis de la tarde y damos por concluida la caminata, estamos en el coche y aunque contentos por el logro, en nuestras mentes las imágenes regresan en cuanto hacemos un silencio.







martes, 12 de octubre de 2010

Pico de San Benito

Esta vez una ruta “aventurera”, la subida al Pico de San Benito con sus 1.626 msnm, está en las inmediaciones del puerto de La Cruz Verde, pero el arranque de ruta decidí hacerlo desde Robledo de Chavela, desde la estación de ferrocarril. Así que es posible ir en Renfe.

Tipo de marcha: Circular
Distancia: 12 Km
Desnivel acumulado: 600 m. de subida + 600 m. de bajada.


Inicio la ruta a las 12,30 y si digo lo de "aventura" es básicamente porque no he mirado más que un plano de la zona y no sabía lo que me iba a encontrar. De hecho una vez que se sale de la estación, hay que cruzar las vías y coger una calle/camino que pasa por delante de una hospedería llamada El Cedro, pero este camino enseguida muere en la carretera. Tras consultar el plano, veo que tiene un portón, pertenece a una finca particular y esta todo vallado. Es una faena, pues el camino me hubiera llevado cerca de una de las cumbres más bajas y la continuación habría sido por la cordal, pero bueno que le vamos a hacer. Solo queda tomar una decisión. Ahora que hago. Bueno como tengo ganas de caminar, no llevo más que diez minutos andando, decido continuar por la carretera en espera de encontrar otro camino, veo en el plano que hay mas; o encontrar el final del vallado y poder subir a la cordal. Pero no hay manera, los caminos que me encuentro se internan en la finca y esta sigue vallada, que kk. Sigo por la carretera, no creo que la valla rodee toda la montaña. Al final la valla es mas larga de lo que yo creía, recorro por carretera en paralelo a la valla tres kilómetros, que ya está bien. Hasta que llego a una curva de la carretera y veo que la valla se interna montaña arriba paralela a un muro de piedra.


Así que me lanzo de cabeza y decido hacer del muro mi camino, es bastante sólido, de unos cincuenta centímetros de ancho aproximadamente y aguanta bien mi peso, noventa y dos kilos en canal, jeje. Toda una experiencia, es como caminar por una arista, jeje, pero con una caída de un metro!! Pero mi momento de alegría dura poco. Veo para horror mio que el vallado no sigue hasta la cordal de la montaña, si no que tuerce en ángulo de 90º hacia la derecha. Pero que leche, esta gente tiene todo el monte comprado?? Giro yo también a la derecha y dejo el muro, esta lleno de maleza, y continuo campo a través. Ahora si que es mas necesario orientarse bien, aunque no sea demasiado difícil, es cuestión de tratar de seguir subiendo, mientras que con la vista puesta en la valla, sigo esperando que esta se acabe. Ahora va horizontal, discurre fija sobre la cota y yo continuo buscando el final. Lo tendrá??? Espero que si, porque si no al final voy a llegar al puerto de la Cruz Verde y ese no es mi objetivo. Nuevamente me subo a lo alto de un muro que vuelvo a usar como sendero. Este me lleva finalmente hasta darme de bruces con la valla, la sigo en paralelo con cierta dificultad y la utilizo de cuando en cuando para subirme a ella y ver hasta dónde llega, con cada vez menos esperanzas de que termine. Pero por fin una de estas veces que me alzo para ver en la distancia, veo que ahora gira a la izquierda definitivamente y se dirige directa a la cuerda de la montaña.


Cojo otro muro divisorio, paralelo al vallado y pongo la marcha directa hasta la cuerda. Espero que mi pesadilla con la dichosa valla haya concluido, joder el dueño de todo esto debe estar contento!! Por fin logro llegar a la cordal y veo el camino despejado hacia la cumbre. Ya solo es cuestión de caminar por la cuerda. Pero vamos que ya está bien, son las dos de la tarde y toda esta aventurilla me ha retrasado mas de lo que me hubiera gustado. El acesso a la cumbre es sencillo, solo hay que remontar algunas piedras en alguna parte, pero sin dificultad alguna. Por fin tengo a tan solo unos pasos la dichosa cumbre. Las vistas son estupendas, aunque un poco amenazadoras las nubes que veo en la distancia, la previsión era de un 50% de probabilidad de lluvia, espero que no me caiga. Desde aquí veo el puerto de la Cruz Verde, Zarzalejo y la cumbre de la Machota Alta, tb la Baja; Abantos y el Monasterio del Escorial, La Almenara a lo lejos y más lejos aun Madrid y sus torres. Preciosas vistas, la verdad.


Es la hora de comer y beber algo, casi he hecho toda la subida sin dar un trago. Pero vamos hoy no es mi día de suerte, acabo de terminar de hacer mi bocata y se pone a chispear!! No me voy a esperar a ver si la cosa se pone más seria, cojo los trastos y el bocata en la mano y tiro para abajo. Ahora no tengo muchas ganas de coger el camino de subida, la puñetera valla me ha dado bastante por saco. Tiro a cañón hacia abajo no vaya a ser que se ponga a llover a lo bestia y me ponga fino, la intención es regresar cuanto antes. Bajando, bajando llego hasta la carretera, un tostón la verdad, pero ya que estoy aquí no me queda otra, seguirla durante cuatro kilómetros y medio hasta hartarme de asfalto. Además con un poco de miedo viendo pasar las motos como si estuviera en medio de un circuito. El retorno es muy rápido he salido de la cumbre a las tres y en una hora y media ya estaba de regreso en la estación. Fin de la historia, me llevo esta cumbre un poco insolita y la idea de subir en otra ocasión a las Machotas, Alta y Baja, desde Zarzalejo, que la cosa promete y por allí pasa el GR10, así que no tendré problemas de “vallas infernales”.



sábado, 9 de octubre de 2010

Brecha de Rolando

La Brecha de Rolando (Breca Roldán en aragonés, Brèche de Roland en francés) es un estrecho collado de 40 metros de ancho y 100 metros de altura, situado a una altitud de 2.804 metros en el macizo del Monte Perdido. Según una leyenda local, fue abierta por Rolando, el sobrino de Carlomagno, mientras intentaba destruir su espada Durandal golpeándola contra la roca al final de labatalla de Roncesvalles. En realidad se trata de una bella excursión en los Altos pirineos accesible desde Francia (Gavarnie) y desde España por el Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido (valle de Ordesa), desde el refugio de Góriz,  o bien ascendiendo por el circo de Carriata o por el de Cotatuero. Nosotros decidimos subir por el Carriata y bajar por Cotatuero.


Tipo de marcha: Circular
Distancia: 42 Km
Desnivel acumulado: 1804 m. de subida + 1804 m. de bajada.

La localidad de Torla situada a 1.032m, es nuestro punto de partida. Llegamos como siempre bastante de noche, salimos de Madrid por la tarde y llegamos sobre las once. Dejamos el coche en un amplio aparcamiento que se encuentra en la entrada del pueblo. Y rápidamente localizamos un camino que desciende hacia el río Ara, al NE, donde tomamos el GR.15.2 en dirección al Puente de los Navarros. Una vez en este punto, cruce de caminos, tomamos el GR.11 hacia la Pradera de Ordesa. Al llegar a la Pradera de Ordesa a 1.320 m. decidimos no aventurarnos más. Hasta aquí hemos sido capaces de seguir el camino sin demasiada dificultad, así que paramos a dormir en la pradera entre unos árboles, que nos protejan un poco del viento. Al amanecer, sobre las siete y después de haber dormido unas 6 horas, volvemos hacia atrás por la carretera unos 500 metros, para empalmar con un camino que sale hacia el N, ascendiendo hacia el Circo de Carriata. Seguimos la senda y, en la bifurcación "Clavijas/Fajeta" tomamos el camino de las Clavijas. Mientras ascendemos disfrutamos de las preciosas vistas del valle y del Tozal de Mayo a nuestra izquierda, hay gente haciendo escalada subiendo por la pared.
El paso de las clavijas se hace divertido, esta vez vamos David, Rafael, su hermano y yo, y realmente es divertido ver a algunos subir las clavijas (que me perdone), sobre todo pensando en el retorno que teníamos previsto por Cotatuero. Superado el circo, seguimos dirección N por trazas de senda marcadas con hitos, ya son las doce de la mañana y el sol aprieta.


Proseguimos hasta llegar a los Llanos de Salarons, recorrido que hacemos en una hora, pues es bastante más llano. Aquí hacemos un descanso para repostar y recrearnos con las vistas del camino que nos va a llevar hasta el Collado Blanco a 2.836 m. Todavía no sabíamos de lo largo y duro que nos iba a resultar. La subida discurre por una tremenda pedrera, con fuertes repechos en los que es fácil resbalar, ahora soy yo el que da pena, me ha dado una pájara de narices y tenemos que parar a comer algo, pues soy casi incapaz de dar un  paso más. Después de la parada de recuperación, nos ponemos en marcha para terminar de una dichosa vez la pedrera y alcanzar el Collado Blanco. Llegamos a lo alto del collado a las tres y media, las vistas son extraordinarias, vemos ya la Brecha, objetivo de hoy, pero también vemos el Taillón, el Cilindro de Marboré, el Monte Perdido.



Con la vista puesta es la Brecha de Rolando, el camino fue más fácil, va bastante más plano y poco a poco y casi sin darnos cuenta estábamos a los pies de la Brecha. Llegamos hasta el collado por el que se accede al Circo de Gavarnie sobre las cinco de la tarde. Una vez que hicimos algunas fotos por el lado francés y otras tantas por el español, nos pusimos en marcha camino del lugar en el que teníamos pensado dormir a 2200 m. la zona llamada el Sumidero.


El camino de bajada ya se nos hacía largo, teníamos ganas de parar del todo y descansar después de la caminata de todo el día. A las siete y media ya estábamos en el Sumidero y podíamos decir que la jornada estaba concluida. Nos preparamos la zona donde hacer el vivac y después de cenar algo y disfrutar del cielo estrellado, nos metimos al sobre a descansar, la jornada del día siguiente también tenía lo suyo, teníamos por delante la bajada por el Circo de Cotatuero y sus famosas clavijas.
El frescor de la mañana me despertó antes que a los demás, así que para no darles la lata antes de tiempo, me fue a dar una vuelta por los alrededores aprovechando para hacer fotos a los sarrios que durante la noche se habían aproximado y estaban por los alrededores. A eso de la nueve de la mañana terminábamos de recoger el chiringuito y comenzábamos la tarea de descender desde donde habíamos pasado la noche. Pusimos rumbo al Circo de Cotatuero. En dos hora y media más o menos teníamos a la vista la bajada por Cotatuero, las clavijas nos esperaban. El paso de las clavijas es de lo más espectacular, no queda más remedio que pasar por allí, es un camino que no deja otra opción, así que una vez que estas allí, toca apretar el culo si tienes vértigo y caminar pisando las clavijas clavadas en la roca, mientras vas cambiando los seguros que te atan a la línea de vida, el precipicio a tus pies es como para aturdir a más de uno. Pero despacito y sin prisa se acerca el final con cada que damos. Como se ve en alguna foto es estupendo el paso.





Una vez se ha pasado esta zona, el resto es caminar por sendero y mas tarde por una pista hasta que llegas a la pradera, nosotros llegamos sobre las tres y media, solo nos faltaba llegar a Torla para dar por concluida la ruta.






martes, 5 de octubre de 2010

Torrecerredo



Como cada verano, nos propusimos un nuevo reto. Esta vez conseguir la cumbre de Torrecerredo. Con sus 2.648 metros es la montaña de mayor altitud de los Picos de Europa, de la Cordillera Cantábrica y también del todo el noroeste de la Península Ibérica, estando enclavada en el Macizo Central de los Picos de Europa o macizo de los Urrieles, en la divisoria de las provincias de Asturias y León. Su cima, con un desnivel de más de 2.200 metros sobre el río Cares, posee unas magnificas vistas del macizo occidental y las canales que vierten sobre la garganta del Cares. Un gran reto para nosotros.

Tipo de marcha: Circular
Distancia: 40 Km
Desnivel acumulado: 1430 m. de subida + 2398 m. de bajada.
La ascensión es una tarea complicada en el tramo final, la ruta normal consiste en una trepada catalogada en las guías como grado II+, por lo tanto de BAJA dificultad técnica, pero con una gran exposición al vacío, por lo que la presión psicológica puede ser enorme o inexistente, depende de cada uno. Pero no nos adelantemos, primero contaros como llegamos a los pies de esta nueva cumbre. Partimos de Madrid el día 16 de julio, y como no, nos comimos el atasco del siglo retrasando nuestra llegada a Cantabria. Allí recogíamos a nuestro guía para esta ascensión. Carlos nos esperaba en su casa, en Cabezón de la Sal, para cenar algo y salir hacia Sotres. Desde allí teníamos planeado comenzar la marcha. Pero con el pedazo de atasco, llegamos a Cabezón muy tarde, sobre la once de la noche, y después de cenar algo partimos hacia Sotres. Decidimos que era mejor, debido al horario que llevábamos, que nos acercaran al collado de Pandebano. Para ello y con la idea de no subir nuestro coche y dejarlo allí las dos noches, contratamos un transporte hasta ese lugar. Un taxista de Arenas de Cabrales, nos subió desde el aparcamiento del funicular de Bulnes hasta el collado. Desde aquí teníamos la idea de llegar a dormir, aunque fuera un rato, al refugio de Vega Urriellu. Al llegar al collado nos encontramos con una niebla tremenda, y extraviamos el sendero nada mas empezar. Así que después de estar andando un rato sin ser capaces de encontrar la senda buena, decidimos quedarnos a dormir al raso, con el orballo que caía, que remedio.
Al amanecer vimos para nuestro disgusto, que aunque habíamos subido demasiado, estábamos a tan solo unos pasos del refugio de la Tenerosa. Bueno que le íbamos a hacer. Así que a las 7:00 de la mañana una vez cogida la senda buena, nos pusimos en marcha hacia Vega Urriellu. A las 9:30 ya estábamos en el refugio, desayunamos y descansamos un poco. La niebla comenzaba a despejarse, permitiéndonos ver la grandiosa mole del Pico Urriellu y el camino que nos quedaba por delante. La idea era ahora llegar hasta el refugio del Jou de los Cabrones a la hora de la comida, para por la tarde intentar la cumbre de Torrecerredo. Desde Vega Urriellu, todo fue coser y cantar, subimos hacia Corona el Raso, trepando en alguna zona y continuamos hasta llegar sin ningún contratiempo hasta el Jou de los Cabrones. Llegamos sobre las 14:30 y recogimos en el refugio la tienda que nos dejaron para pasar la noche, ya que estaba completo. Comimos un poco y partimos hacia la cumbre de Torrecerredo, Carlitos se quedó de guardés, él ya había subido en otra ocasión y decidió que se pasaría la tarde relajado disfrutando con las fabulosas vistas.


Así pues, pusimos rumbo hacia nuestro destino. La aproximación no es difícil, solo cuestión de caminar dándole fuerte a las piernas en las subidas. Sobre las 17:00, estábamos a los pies de la pared que da acceso a la cumbre. En este punto toca dejar todo lo que nos estorbe, para poder realizar el ascenso lo mas cómodo posible, nosotros dejamos los bastones, solo llevamos lo puesto. La subida, como ya dije antes, es una gran trepada de roca, con buenos agarres de caliza, pero muy expuesta, no podemos permitirnos en lujo de tropezar, la caída es de vértigo y da un poco de respeto. La llegada al vértice geodésico de la cima nos produce una gran satisfacción, las vistas son espectaculares y la cima, poco mas de unos metros cuadrados donde poder ponerse para hacernos la fotos. En esta ocasión, tuvimos la suerte de encontrarnos a alguien en la cumbre que venia por otra ruta y al que amablemente pedimos que nos hiciera las acostumbradas fotos.
El regreso es aún mas peligroso, hay que bajar con muchísimo cuidado, y bajar con manos, pies y en nuestro caso con el culo cuando hizo falta. Pero sin novedad llegamos a tiempo de la cena en el refugio a las 8:00. Nos metimos un pedazo de cocido de impresión, comimos hasta reventar, jeje. Después nos  acercamos a ver la fantastica puesta de sol desde el Collado del Agua.
A la mañana siguiente iniciamos el retorno, esta vez la bajada la hicimos en dirección a Bulnes. Larga pero igualmente con unas vista fenomenales.
En Bulnes comimos un poco y después de repostar finalizamos nuestra aventura descendiendo tranquilamente, caminando por un cómodo sendero, hasta el aparcamiento del funicular donde el viernes dejamos el coche.


Objetivo cumplido y enorme satisfacción al conseguir cumplir con el reto.
Mil gracias a Carlitos por hacernos de guía y facilitarnos las cosas, siempre un placer compartir momentos inolvidables en la montaña juntos.







Manaslu, objetivo conseguido

Ya había escrito anteriormente los avances de la expedición de Carlos Pauner a los pies del Manaslu, durante unos días no he podido escribir y ahora que puedo, lo hago para contar que el después de mucho sacrificio la cumbre ha sido conquistada a pesar de que la climatología era de lo mas dura.
El pasado día 30 de septiembre conseguían instalar el campo IV a 7400 metros. Allí junto al enorme Carlos Soria y los dos sherpas que los acompañan, apretados los cuatro en la misma tienda por la imposibilidad de montar otra por el viento, esperaban  la oportunidad de alcanzar la cumbre. Las previsiones daban viento fuerte a esa altura, de unos 60 Km/h, lo que debe ser un infierno de frio extremo.
A las 3:00 de la mañana del día 1 de octubre partían para la cumbre, una tregua en la fuerza del viento les permitía conseguir la tan ansiada cumbre a las 9:00 de la mañana. Tras unos pocos minutos en la cumbre y después de hacerse la fotos de rigor, regresaban al campo IV para hidratarse, descansar y continuar con el descenso hasta el campo base. Tremendo palizote llegar hasta el campo base desde la misma cumbre, pero conseguían llegar sanos y salvos a la 19:00 horas, con la satisfacción del logro.
Carlos Pauner nos cuenta desde la tranquilidad del campo base, "Con la cima del Manaslu he conseguido alcanzar esa mítica cifra de 10 montañas que superan los 8.000 metros de altura. Han sido muchos años de alegrías, de tristezas, de logros y de pérdidas. El denominador común ha sido el tesón, la lucha y la entrega. He disfrutado de bellos momentos de alta montaña, de amistad, así como terribles experiencias inherentes a esta difícil actividad. Lo importante es poder contar todas estas vivencias que suponen haber puesto los pies en todas y cada una de esas míticas cimas del Himalaya. 
Estoy orgulloso de haber colocado a Aragón en ese prestigioso lugar del deporte de montaña y ser uno de esos pocos que suman en su haber esa cantidad de grandes montañas. Es un momento muy importante en este proyecto acometido por el Gobierno de Aragón.

Carlos Pauner Manaslu 2010
Hemos superado grandes pruebas como el Kangchenjunga, el K2 o el Annapurna. Se ha avanzado poderosamente en esta idea y sólo me queda agradecer la confianza que Iglesias y su equipo me demostraron desde el primer momento. Aquí están los resultados. También agradecer a todas esas personas y entidades que hacen posible este gran proyecto: Televisión Aragonesa, Heraldo, La Caixa, Grupo Lacor, Maetel, Ideconsa, Ayuntamiento de Zaragoza, Federación Aragonesa de Montaña, Trango, etc. Son tantos que aunque no pueda nombrarlos a todos, los llevo a todos ellos desde lo más profundo hasta lo más alto. Un reconocimiento especial a todas las chicas de la comunicación y prensa: Amor, Carol, Mila, Marian. Vuestro esfuerzo y generosidad no tienen límites. Gracias de corazón. Me habéis empujado a subir hasta este número 10. 
Finalmente, dedicar de todo corazón esta décima montaña al que ha sido el número 10 en nuestra comunidad durante muchísimos años: José Antonio Labordeta. Va por ti esta cima. Tú has sido el más grande luchando por nuestro Aragón. Yo intento colocar a Aragón en el lugar que se merece en el mundo de las montañas. Todos deberíamos con nuestro oficio hacer un poco más grande nuestra tierra y saber que al lado de nosotros, tomando un café, hay alguien que sabe hacer algo muy bien y que, además, ¡toma ya!, es nuestro vecino. Así se hace Tierra, mirando a un lado, no a la lejanía. Y quien no entienda esto,como decía él: "a la mierda".
Nunca te olvidaremos abuelo.
Carlos Pauner"
Por otra parte, paremos a pensar el enorme logro de una persona como Carlos Soria. Llegar con sus años a la cumbre de un ochomil es memorable, increíble, digno de admiración y que nos lleva a pensar que los limites en muchas ocasiones nos los marcamos nosotros mismos. Leer sobre este gran hombre si es que no lo conocéis. Mirar lo que el nos cuenta de su gran aventura, "Queridos amigos, os escribe una de las personas más felices del mundo, AYER ESTUBE UNOS MINUTOS EN LA CUMBRE DE ESTA QUERIDA MONTAÑA. Como os contaba anteriormente el día 27 después de pasar dos noches aclimatando en altitud, dormí nueve horas seguidas en el campo base, despertándome a las 05 h, ya no pare de darle vueltas a la posibilidad de intentar la cumbre el día 1 , esto suponía no tener ningún día de descanso antes de empezar la ascensión, mis sensaciones eran buenas y decidí intentarlo ( yo habría aconsejado a cualquiera que esperase dos o tres días) el día 28, subí con mi sherpa y amigo Muktu al C 1º , el 29 al C 3º y el 30, después de un gran esfuerzo por el viento ( mi amigo Juan Guerra  nos predijo 61 Km/h de viento) conseguimos instalar nuestra tienda en el C4º a 7.400 m.
Carlos Soria Manaslu 2010
Dos horas después, llegaron Carlos Pauner y su sherpa Pasan -  sus compañeros por diferentes motivos se habían dado la vuelta – por la violencia del viento ya era imposible instalar su tienda y nos tuvimos que acoplar los cuatro en la nuestra, pasamos la noche como pudimos y a las seis nos pusimos en marcha hacia la cumbre, después de dos horas el viento aflojo bastante, sino, habría sido imposible llegar a la cumbre, el recorrido desde aquí no es muy técnico, solo una pala muy tiesa de unos 200 m para llegar a un pequeño  collado y a la arista final ( un autentico dibujo de SAMIVEL) muy afilada para llegar a una cumbre ideal, frío y viento como corresponde a esta altitud, otro día os contare la bajada.
Hoy día 3 de Octubre, me quedo solo en el c.base, mis compañeros Carlos Pauner y Javier Pérez, bajan a Sama y mañana un helicóptero los llevara a Katmandú, el resto, Sechu, Unai, Xavi y Stefano, salen hacia el C1º para intentar la cumbre el día 6, esperemos que tengan suerte. Mi situación no está muy clara, como muy tarde llegare a Madrid el 16 de Octubre, y si es posible antes, procurare teneros informados. Estoy deseando abrazar a mi pequeña familia y a esa otra gran familia más anónima pero que siento su constante apoyo, reunirme con los compañeros del Trekking, y comentar nuestras vivencias juntos.
Un fuertísimo abrazo.
Carlos Soria"
Enhorabuena a los dos por conseguir el objetivo, desde aquí los que soñamos con montañas disfrutamos con vosotros de esta cumbre. Y nos alienta para que en nuestros proyectos incluyamos cada día una nueva cumbre, un poco mas alta que la anterior, llevando al límite nuestras fuerzas, gozando con el esfuerzo.

lunes, 4 de octubre de 2010

La Almenara

Esta vez la ruta discurre por el suroeste de la Comunidad de Madrid, en el municipio de Robledo de Chavela.
Tipo de marcha: Ida y Vuelta
Distancia: 16 Km
Desnivel acumulado300 metros


Comienza en el mismo pueblo de Robledo, el coche lo podemos dejar al inicio del camino y nos ahorramos unos cuantos metros. Hay que coger una calle hacia la derecha que sale justo enfrente de la gasolinera. La calle se llama, Avda de Nuestra Señora de Navahonda, la seguimos hasta el final y vemos que la calle se convierte en camino, aqui podemos dejar el coche. Enseguida veremos la señalización del GR10, que será el que utilicemos durante buena parte de la ruta.
El camino es una pista de tierra bastante ancha, que es transitada por ciclistas y en alguna ocasión nos podremos encontrar con algún quadquero montado en su trasto haciendo ruido. Sin apenas darnos cuenta la pista va subiendo poco a poco hasta que logramos llegar al collado (1024 msnm) entre el pico del Almojón y la Almenara. Desde el collado parte un sendero por la derecha que nos lleva a pasar un vallado por un torno giratorio pintado de verde. Nada mas pasar el torno hay que girar a la izquierda por una senda estrecha y empinada. Llegamos a una gran encina y la senda gira hacia la derecha subiendo por la ladera. Ahora no hay mas que seguir el sendero y los hitos de piedras que de vez en cuando nos encontraremos hasta llegar a un nuevo collado, desde aqui veremos a lo lejos, al fondo la cumbre de la Almenara. La senda discurre mas o menos por la cuerda de la montaña, entre subidas y bajadas leves, hasta llegar a los mismos pies del pico. Ahora no tiene perdida ninguna, no tenemos mas que subir los ultimos 150 metros de altura que nos separan de la cumbre. Las vistas desde aquí son impresionantes, si el día es claro, no tendremos problema en ver la silueta de Madrid, las cuatro grandes torres de su silueta, las torres de la conducción de agua de Picadas a Valmayor y muchos de los pueblos de la zona, Chapinería, Navas del Rey, etc.




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